A veces no te das cuenta, pero ciertos comportamientos o hábitos que tienes con ellos desde que son cachorros, pueden provocar una relación afectiva negativa. Aquí te damos algunos tips para evitarlo.
1.- Ponle límites
Algunos perros pueden volverse agresivos en edad adulta si de cachorros no aprendieron a tener límites. Dejarlos morder todo, jugar en cualquier zona de la casa y hacer del baño en donde se les ocurra, les hará sentir dominación sobre ti y eso generará conflictos en su edad madura. Aprende a ponerle reglas sin ser precisamente un gendarme.
2.- Crea rutinas
Una manera de fomentar disciplina es creándoles una rutina, a los perros les encanta saber lo que va a pasar y con esto les restas incertidumbre, ansiedad y estrés.
3.- Juega con él
El juego es fundamental para estrechar tu lazo con él. Esto propicia una relación directa y ayuda a generarle confianza. Si de pronto has tenido que ser estricto, el juego puede liberar tensiones.
4.- Dale su espacio
Es importante no atosigar a tu perro. Los perros también se fastidian y el estar todo el tiempo acariciándolo y hablándole te puede convertir en alguien pesado para él, generarle estrés o incluso indiferencia. Si administras tu atención hacia él, puede ser incluso un incentivo.
5.- Sé observador
No todos los perros son iguales y algunos disfrutan más algunas cosas que otras. Quizás el momento preferido del día para algunos sea salir a pasear o a correr, pero otros tal vez sean más tranquilos y prefieran una sesión de caricias o juegos en casa. El saber darle lo que necesita hará que tu relación con él sea más estrecha.